viernes, 30 de septiembre de 2011

Los romeros de Ujué

Arrastran cadenas y pesadas cruces,
van entunicados y embozados van;
si alguno, del peso, se cae de bruces 
se levanta y sigue con mayor afán.
A la meta en lo alto el fervor los guía,
los mueve el robusto motor de la Fe,
!qué ejemplo de ascesis es la Romería
de Nuestra Señora, la Virgen de Ujué¡
La cuesta serpea hostil y empinada,
cánticos y rezos con el jadear
forman una orquesta bien acompasada
de un rito mariano multisecular.
Romeros trepando por sendas serranas,
como otro Rocío cuando muere Abril,
pero sin jipíos y sin sevillanas,
más tosco y austero, más hondo y viril.
Cuando llegan ríen y hasta llora alguno
de gozo, tras leguas de duro bregar;
el frío laicismo del siglo veintiuno
su fuego cristiano no puede apagar.
Bendiga la Virgen a esta estirpe antigua
subiendo un Calvario rumbo a su Tabor;
aunque uno no crea, uno se santigua
por puro respeto de tanto fervor.

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